Cuando recordamos la sesión de Educación Física (EF) de cuando éramos niños, seguro que todos nos imaginamos el momento de calentamiento en círculo haciendo movilidad de brazos, cadera, piernas… e incluso haciendo estiramientos, en frío. Después nos recordamos practicando todo tipo de juegos y deportes con diferentes materiales. Y, por supuesto, seguro que también recordamos el momento de aseo personal en los vestuarios de los cuales salíamos, no recuerdo si limpios, pero sí, totalmente perfumados.
Aunque esto ocurrió hace muchos años, para algunos docentes actuales la sesión de EF sigue respondiendo a ese tipo de estructura y basan su planificación en base a esos tres momentos: calentamiento, juego, enfriamiento. Sin embargo, los tiempos han cambiado…
El modelo de sesión de la asignatura de EF es uno de los momentos más difíciles de planificar debido a la gran cantidad de contratiempos que se pueden producir. Por ello, los docentes de esta materia deben llevar a cabo una buena programación y preparación de sus sesiones para desarrollar los objetivos y producir en el alumnado aprendizajes significativos de forma intencionada o mediante las situaciones surgidas por el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Debido al gran tiempo que pasa el alumnado dentro del aula, la asignatura de EF se ha convertido en uno de los pilares fundamentales a la hora de promocionar estilos de vida saludable y promover un crecimiento y desarrollo pleno de los niños/as, además de ser la única asignatura curricular en movimiento, asociado a múltiples beneficios a nivel motor, cognitivo, afectivo y social. Por otra parte, la mayoría de los niños únicamente realizan actividad física en la escuela, por lo que los docentes de EF deben planificar sus sesiones para aprovechar el tiempo útil y maximizar el compromiso motor.
A lo largo del tiempo, las sesiones de EF han ido evolucionando su estructura y adaptándose en función de las normativas y los elementos curriculares que se desarrollan en cada una de ellas. Uno de los primeros autores que habló de las diferentes partes que conforman una sesión fue Costes en 1993, quien realizó una primera división de la clase en tres partes: Fase de inicio, Fase de desarrollo, y Fase de relajación.
Desde aquel entonces, muchos otros autores han dividido la sesión en tres partes, respondiendo básicamente a los momentos de calentamiento, juego y enfriamiento, pero cambiando su terminología, siendo el último en unirse a esta tendencia Sales-Fernández en 2020, con su estructura: Fase de inicio, Fase de desarrollo, y Fase de vuelta a la calma.
Sin embargo, como docentes de EF del siglo XXI seguro que hemos experimentado que la sesión de EF es mucho más que calentamiento, juego y enfriamiento, y que la propia sesión ya comienza en el umbral de la puerta del aula convencional, en el momento de recogida, para continuar en el aula de EF donde se va a desarrollar la práctica. En este sentido, en el 2021, Hernández-Beltrán et al., diferencian varios momentos sobre los cuales debemos prestar atención:
- Encuentro: recogida de los alumnos en el aula. Importante la actitud motivante del docente con el fin de captar la atención.
- Ida: desplazamiento hasta el lugar de la sesión. Se pueden proponer juegos con normas previas de desplazamiento.
- Compartir el proyecto: recordatorio de la sesión anterior, explicación de la sesión y normas a cumplir. Los alumnos realizan movilidad articular mientras escuchan.
- Puesta en marcha: actividades principales para desarrollar objetivos y estándares.
- Actividad motriz: los alumnos llevan a cabo las actividades para la adquisición de habilidades motrices.
- Aseo, Puesta en común y Materiales: recogida de material, aseo y reflexión sobre la sesión.
- Vuelta: desplazamiento desde el aula de EF hasta el aula convencional. Se pueden proponer retos o actividades de refuerzo para casa.
- Surgido: espacio para anotar los sucesos imprevistos durante el desarrollo de la sesión de EF.
En RESUMEN, la asignatura de EF es una de las materias que más debe aprovechar el tiempo en cada una de sus sesiones con la finalidad de potenciar al máximo el aprendizaje de los alumnos y para ello es muy importante una buena organización por parte del docente, tanto en la planificación de las sesiones como en ejecución de las diferentes actividades. Del mismo modo, el docente debe ser consciente de que la sesión de EF comienza y termina en el umbral de la puerta del aula convencional y estar muy atento a las circunstancias para desarrollar aprendizajes significativos ante cualquier situación.
Ya lo sabes, la próxima vez que impartas una sesión de EF presta atención desde el instante del encuentro con tus alumnos y recuerda que cualquier ocasión es ideal para generar buenos aprendizajes, de esta forma conseguiremos que la sesión de EF sea mucho más que calentar, jugar y enfriar.
¡REGALO! Partes de la sesión de EF
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